La importancia de la Respiración

Generalmente cuando hablamos de la importancia de la respiración y de una respiración correcta nos lleva automáticamente a pensar en actividades de relajación, yoga, o en algunos deportes, como si la respiración tuviera una relación exclusivamente con este tipo de actividades.

La respiración, sin embargo, es un proceso natural de oxigenación del cuerpo, y un aliado muy importante para alcanzar nuestros objetivos en las tareas diarias del ejecutivo que van desde persuadir, influenciar, vender, presentar una idea, hasta maximizar nuestra tolerancia cuando los resultados obtenidos no son los esperados y mantenernos en calma ante todo tipo de situaciones adversas, fechas fatales (deadlines) mala administración del tiempo, etc.

La respiración es controlada por el sistema nervioso central, por lo que nos concentramos en todos los aspectos externos y nunca en lo que sucede dentro de nuestro cuerpo y el estrés nos hace unos verdaderos rehenes, sin que tengamos conciencia de ello, nosotros interpretamos que así es la vida y continuamos adelante.

Hagamos un ejercicio partiendo de la base que nuestra respiración se modifica de acuerdo a los cambios físicos y emocionales que tengamos, y considerando que nuestra respiración está fuera de nuestra conciencia (la mayoría de las veces)

Este ejercicio lo pongo en práctica en mis Talleres generalmente con ejecutivos que están en procesos de transición y que después de muchas horas, docenas de horas de preparación llegan al momento de la verdad, la entrevista de trabajo.

Les pido que imaginen que tienen una entrevista de trabajo muy importante con una empresa a las 10:00h, y cuando llegan a la entrada del edificio en donde se encuentra la empresa, son las 10:05h, cinco minutos de retraso son suficientes para ejercer mucha presión y un estrés adicional.

En la Recepción del edificio les informan que el elevador se encuentra fuera de servicio, por lo que tienen que subir al cuarto piso por las escaleras.

Empiezan a subir las escaleras con cierta velocidad, la cual va disminuyendo conforme siguen avanzando hasta llegar al piso número cuatro, ya con falta de aire y respirando aceleradamente se anuncian en la Recepción y la Señorita al escuchar su nombre les dice: (las palabras que no queremos escuchar) Lo/La están esperando, por favor sígame. Tratando de recobrar la respiración caminan detrás de la recepcionista hasta que se detiene frente una puerta la cual empuja suavemente y los anuncia con el Director que se pone de pie detrás de su escritorio, dispuesto a iniciar la entrevista.

Este ejercicio nos ilustra cómo los cambios físicos y emocionales cambian nuestra respiración y por ende cambia nuestra posición, seguridad y actitud en un momento dado.

Nuestro cerebro no sabe distinguir si se va a enfrentar a un mamut o a un directivo en una entrevista de trabajo detrás de esa puerta, para nuestro cerebro estamos frente a un peligro, y para ello se prepara, para enfrentar una lucha o huir, segregando adrenalina, se dilatan nuestras pupilas, se acentúa la transpiración, se incrementa el azúcar en la sangre, se tensan los músculos, la sangre se va a donde más se precise, y por supuesto se acelera la respiración, lo cual nuestro cerebro interpreta que seguimos en peligro, se sigue segregando adrenalina y el ritmo cardiaco se acelera y se hace el llamado Circulo de la Ansiedad, que puede derivar inclusive en una hiperventilación, lo que significa que introducimos oxígeno a través de respiraciones rápidas y cortas y expelemos dióxido de carbono de más y al presentarse un desequilibrio de gases se pueden presentar mareos u hormigueos en las manos entre otros síntomas inclusive en casos extremos llegar al desmayo, lo que podemos hacer para contrarrestar la hiperventilación es inspirar el aire que expelemos para recuperar el dióxido de carbono, ya sea utilizando una bolsa o bien juntando nuestras manos e inspirar el aire que espiramos.

Tenemos que tomar medidas para reducir el estrés que nos hace rehén día a día y el primer paso es tener conciencia que estamos bajo sus estragos, de esta forma lo reducimos y si practicamos una respiración profunda hasta hacerla un hábito, podremos reducir considerablemente los niveles de estrés que tanto nos afectan.

Sin embargo, el estrés puede ser nuestro aliado también para alcanzar nuestros objetivos, nos mantiene en estado de alerta, concentrados y enfocados para alcanzar nuestras metas, lo importante es encontrar ese balance.

La buena noticia es que podemos lograr ese equilibrio y reducir nuestros niveles de estrés y al mismo tiempo ser más eficientes, aunado a los beneficios en todos los aspectos que nos brinda una respiración correcta, mejor oxigenación, mejor postura, mejor expresión oral que es de importancia suma, etc.

Tenemos que comprobar nuestra respiración, que en un estado de relajación es de alrededor de 15 respiraciones por minuto, si excedemos este número es que estamos bajo estrés, y debemos conseguir un ritmo tranquilo y lento de respiración y practicar la relajación en la medida que nos sea posible.

Hagamos el siguiente ejercicio, coloquemos una mano en el estómago y la otra en el pecho, expelemos todo el aire e inspiramos profundamente para detectar cual mano se mueve primero, si se mueve la mano que tenemos en el pecho, es que introducimos el aire solamente en la parte superior de los pulmones, no es una respiración completa, no tenemos una buena oxigenación y capacidad de aire y por ende no tenemos la materia prima para tener una comunicación oral fluida y con calidad.

Si se mueve primero la mano que tenemos en el estómago, quiere decir que estamos respirando correctamente, que el aire llega a la parte baja de los pulmones y tenemos una mejor oxigenación y así podremos expresarnos de una mejor manera, pero sobre todo, el mensaje que le enviamos a nuestro cerebro es que todo está bien, por lo tanto nos mantiene alejados de la disyuntiva de huir o luchar.

Ahora vamos a poner una mano sobre nuestro estómago e imaginemos que es una pelota que debemos inflar, por lo que introduciremos el aire a la parte baja de los pulmones en cuatro tiempos (cada tiempo es de un segundo) nuestro abdomen se expandirá, después mantenemos el aire en los pulmones durante dos tiempos y posteriormente exhalamos en cuatro tiempos. Una vez que dominemos este ejercicio, lo haremos con un grado de dificultad mayor, es decir inspirar en cuatro tiempos hasta llenar nuestros pulmones, contamos del uno al tres manteniendo el aire, y luego espiramos en cinco tiempos hasta dominarlo.

Como todo aprendizaje y habilidad, el éxito es la repetición, una buena respiración con una buena postura le enviará el mensaje a nuestro cerebro que todo está en orden y podremos manejar de mejor forma cualquier situación que nos produzca estrés.

 

 

Isidro Huerta